Lo que en su momento llegó a ser el pulmón más grande de Navojoa, hoy vive en agonía, la sequía en combinación con la falta de atención, cobró factura en el Río Mayo.
Desde el pasado fin de semana inició lo que ya se esperaba, la tala de sus álamos, debido a que el 90% de estos ya no tenía vida y representaban un riesgo para la población.
De aquí el interrogante ¿Quién es el culpable?, muchos adjudican el problema el desentendimiento de las autoridades, otros a la falta de agua que se ha vivido tras la ausencia de lluvias, inclusive la culpa recae en el ciudadano, lo que es un hecho, es que fue colaboración de todos.
Por ahora, solo los recuerdos quedarán de sus áreas verdes, las cuales ya no pudieron ser rescatadas, los momentos en familia quedaran plasmados en aquellos que pasaron ahí un rato agradable. Lo que sí, es que tendrán que pasar por lo menos 10 años para regresar aquellos años maravillosos de lo que fue el Río Mayo.
Pese a la situación que se vive, ya se cocina una nueva edición de fiesta en el Río Mayo para esta Semana Santa, en el que se instalarán albercas, habrá bicicletas, torneos deportivos y comida típica de la región del Mayo, en busca de que el navojoense pase un rato agradable.
Semana Santa está a la vuelta de la esquina, pero por ahora, el Río Mayo no podrá ser considerado como una opción para vacacionistas, los más de 10 mil visitantes que acudían año tras año, solo quedará en recuerdos.
