Como bien es sabido, en las sociedades de consumo de nuestro tiempo nadie está exento de caer en las trampas con las que la mercadotecnia nos incita a adquirir productos que no necesitamos. Día con día compramos el “humo” que nos venden, y lo peor es que, en lo que se refiere a la industria alimentaria, dicho “humo” puede tener efectos tremendamente nocivos para nuestra salud tras haber seducido a nuestro paladar.
En el caso específico de México, donde la obesidad y la malnutrición son un grave problema de salud pública, abundan este tipo de alimentos dañinos que se ingieren al por mayor de manera cotidiana. Como muestra, aquí te presentamos veinte productos cuyo consumo sería mejor evitar o cuando menos moderar.
Agua mineral Peñafiel
A primera instancia parecería que el agua mineral Peñafiel es más saludable que otras bebidas embotelladas por el hecho de no ser azucarada, pero lo cierto es que en el año 2013 la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) detectó altos niveles de arsénico en la composición de este producto.
Se había encontrado arsénico que llevarían a producirse enfermedades cardiovasculares. Aunque según la Procaduría Federal del Consumidor, ésta no es riesgosa para la salud porque los 0.004 y 0.005 miligramos de arsénico por litro están dentro de lo establecido de las normas para su consumismo.
Choco Krispis
Durante décadas los Choco Krispis de la marca Kellog’s han sido uno de los cereales más populares en México, sobre todo entre la población infantil atraída por la simpática imagen del elefante Melvin que les sonríe desde la caja. Sin embargo, un informe de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) reveló que también se distinguen entre los cereales más dañinos.
Sus 11 gramos de azúcar por porción cubren entre un 55 y un 73% de lo que un niño debe consumir por día, mientras que en contraste solo le aporta medio gramo de fibra. En cuanto a sus colorantes, contiene rojo allura, amarillo ocaso y tartrazina, asociados con la hiperactividad y el déficit de atención. Lo sentimos por Melvin, pero los Choko Krispis, más que cereales, son harinas con azúcar y aditivos.
Coca-Cola
Siendo México el mayor consumidor de refrescos del mundo, no podía faltar en esta lista la reina de estas bebidas azucaradas: la omnipresente y famosísima Coca-Cola, casi un bien de primera necesidad para muchas familias mexicanas que cotidianamente la consumen, conscientes o no de su lado más oscuro.Una lata de 200 mililitros de este refresco contiene 21 gramos de azúcar, equivalentes a 7.4 cucharadas cafeteras, cubriendo con ello entre el 106 y el 148% del requerimiento de un adulto para todo un día.
Además, su colorante es el caramelo IV, elaborado con amonios y sulfuros que dan pie a subproductos que pueden causar cáncer, y, por si fuera poco, contiene también ácido fosfórico, dañino para el calcio de los huesos. Eso sin contar los posibles ingrediente dañinos que pueda contener la fórmula secreta de lo que en el etiquetado aparece como “concentrado ‘Coca-Cola’”.
Danonino
Uno de los productos lácteos preferidos de la niñez mexicana resulta ser, según un estudio de la Profeco, una auténtica bomba de azúcar y grasa que a la larga puede deteriorar su salud provocándoles problemas de sobrepeso, obesidad, diabetes e incluso enfermedades metabólicas y del corazón.
Cada botecito de Danonino, tan aparentemente inofensivo, cubre entre la tercera parte y la mitad del azúcar máxima tolerada por un niño para todo el día, y el 63% de la grasa que contiene es grasa saturada, que consumida en exceso puede ser cancerígena. En cuanto a su colorido tan atractivo, se debe al colorante rojo allura, que puede provocar hiperactividad.
Duvalín bisabor
Esta golosina cremosita, que lleva décadas deleitando y endulzando el paladar de los niños de México, puede tener efectos más bien amargos para su salud, pues contiene “grasas trans” (aceite hidrogenado), un aditivo prohibido por la FDA debido a que puede causar enfermedades cardiovasculares, así como cáncer de mama y de próstata.
Es además un producto alto en calorías, pues una porción de 15 gramos contiene 85. Entre sus 17 ingredientes el primero es el azúcar, además de contener jarabe de maíz y maltodextrina, elementos que aumentan los niveles de glucosa en la sangre. Entre sus colorantes está el rojo 40, que puede generar migraña y reacciones alérgicas como asma y urticaria.
Huevos Kinder Sorpresa
Estos famosos chocolates, que resultan tan atractivos para los niños por los juguetitos y sorpresas que contienen en su interior, pueden acarrear para su salud sorpresas no tan agradables.
La mitad del peso del producto (20 gramos) es nada menos que azúcar, equivaliendo a dos cucharadas con las que se cubriría el 40% del máximo tolerable para un niño en un día.
Jumex Frutzzo
Esta naranjada mineralizada, de apariencia tan natural y refrescante, puede tener efectos en la salud más bien preocupantes.
En su envase de 600 mililitros contiene nada más ni nada menos que el equivalente a 12 cucharadas de azúcar, cubriendo así el 204% del consumo recomendado para todo un día y aumentando significativamente el riesgo de padecer caries dentales, hígado graso, síndrome metabólico y diabetes.
Panditas Ricolino
Estas gomitas de grenetina, tan populares entre la niñez mexicana por sus llamativos colores y su tierna presentación en forma de ositos, son toda una bomba de azúcar, pues cada bolsita de 115 gramos contiene 59 g, lo que equivale a 12 cucharadas cafeteras. Para un niño, esto cubre entre el 262 y el 314% del total de azúcar máxima tolerable al día, según criterios de la OMS.
Además entre sus colorantes, cuya finalidad es meramente estética, se encuentran el rojo allura, el azul brillante, la tartrazina y el amarillo ocaso, todos ellos derivados del petróleo y asociados directamente con problemas de cambios de conducta, hiperactividad y déficit de atención.
Queso Philadelphia
Si hablamos de productos a los que se les pueden dar múltiples utilidades a la hora de cocinar, sin duda uno de ellos es el queso Philadelphia de la marca Kraft, ya sea preparando una sencilla botana o un sofisticado postre, entre muchas otras opciones más. La mala noticia es que una porción de 30 gramos contiene 6.2 g de grasas saturadas, que, además de ser cancerígenas, pueden desencadenar esteatosis hepática, aterosclerosis y enfermedades cerebrovasculares.
De sus nueve ingredientes, los dos primeros (leche entera pasteurizada de vaca y crema de leche pasteurizada de vaca) son fuente importante de estas grasas saturadas, mientras que el resto son estabilizadores y conservadores, como la sal yodada, la goma de algarrobo y la goma xantana.
Tang
A diferencia de muchos otros países en los que se acostumbra beber agua natural a la hora de la comida, en México es tradición tomar refrescos o agua de frutas, y mucha gente por falta de tiempo o por comodidad opta por recurrir a soluciones como el Tang. Este producto es en realidad un coctel de químicos, mezcla de edulcorantes artificiales, ácidos, colorantes artificiales y saborizantes.
Contra lo que su imagen puede llegar a sugerir, su contenido de fruta es mínimo, pues en la mayoría de sus presentaciones no llega ni a un gramo, mientras que en cambio sí contiene altas cantidades de aspartame, edulcorante potencialmente cancerígeno con efectos secundarios como dolores de cabeza, náuseas, depresión, taquicardia e incluso aparición de tumores a nivel neuronal.
Salsa Valentina
Al hablar de salsas picantes industriales en México, no cabe duda de que la Salsa Valentina se ha ganado un lugar especial en el gusto de los consumidores, pues está presente en casi todos los hogares y establecimientos para acompañar chicharrones, papas, pepinos, jícamas y casi cualquier alimento que nos venga a la mente.
Sin embargo, sus ingredientes pueden ser bastante agresivos y al aumentar la secreción de jugos gástricos pueden provocar cuadros de gastritis.
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