Más del 90% de los incendios forestales son ocasionados por la mano del hombre, ya sea por negligencia o de manera intencional, por lo que durante el inicio de la temporada de sequía e incendios forestales en Sonora se han registrado ya varios siniestros de importante magnitud.
Juan Manuel González Alvarado, titular de la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC), informó que, de acuerdo con Comisión Nacional Forestal (Conafor), la temporada de incendios forestales comienza en el mes de marzo y concluye en agosto, de manera que todavía quedan bastantes meses por delante.
“Los datos que nos pasa Conafor son muy importantes. El año pasado que estábamos en pandemia, durante estas mismas fechas, sólo teníamos siete incendios forestales en el sistema. Al día de hoy, misma fecha, misma semana, tenemos más de 22 incendios forestales”, comentó el funcionario.
Algunos de los incendios presentados durante esta temporada han logrado afectar a un número importante de hectáreas del territorio sonorense, como el caso de la sierra de Álamos, el cual tuvo una duración de más de 11 días y ardieron casi 3 mil 870 hectáreas, mientras que el 15 de febrero se liquidó totalmente el segundo siniestro más grande registrado, hasta la fecha, de la temporada, registrado en el Río Sonora, con 2 mil 400 hectáreas de afectación.
“Esto nos deja en claro lo que apuntan las investigaciones de la Conafor, de que en un 99%, los incendios forestales son ocasionados por la mano del hombre, es por ello que tenemos que empezar con campañas más fuertes de prevención e impulsar esta cultura, que debe iniciar desde
casa al cuidar las fogatas y la basura que depositamos en lugares turísticos, zonas serenas o en el campo sonorense”, dijo.
Asimismo, afirmó que existen sanciones para quienes provoquen intencionalmente un incendio forestal, pues a partir del 2020, el Código Penal Federal establece de dos a 10 años de prisión, así como de 300 a 3 mil días de salario mínimo.
Según el Artículo 420 BIS, dichas sanciones serán aplicadas a quien “provoque un incendio en un bosque, selva, vegetación natural o terrenos forestales, que dañe elementos naturales, flora, fauna, los ecosistemas o al ambiente”.
No obstante, es importante señalar que, entre los principales desencadenantes de incendios forestales, se encuentran las actividades agropecuarias, las fogatas y colillas de cigarro mal apagadas, algún tipo de actividad ilícita, entre otras.
González Alvarado recordó que el récord estatal de incendios forestales fue de 77 siniestros durante toda la temporada del 2017, mientras que se espera que para este 2022 se tenga un pronóstico de 50 eventualidades de este tipo, siendo las zonas de la sierra las más afectadas.
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