Este lunes los mercados financieros internacionales vivieron un lunes negro ante la posible quiebra de Evergrande, la inmobiliaria más grande de China que tiene deudas cercanas a los 300 mil millones de dólares.
La empresa cotiza en la Bolsa de Hong Kong, donde el índice Hang Seng cerró con una caída de 3.3 por ciento, y además del sector inmobiliario, también tiene negocios en las industrias de alimentos, automóviles, seguros de vida, parques de diversiones, tecnología, entre otros.
El banco central de China destacó en su informe de estabilidad financiera de 2018 que empresas como Evergrande podrían suponer riesgos sistémicos para el sistema financiero del país.
Los pasivos del gigante inmobiliario involucran a más de 128 bancos y más de 121 instituciones no bancarias, según la carta que la empresa envió al gobierno a finales del año pasado. JPMorgan estimó la semana pasada que China Minsheng Bank tiene la mayor exposición.
Según Aguilera, el colapso de Evergrande podría significar una catástrofe financiera que algunos especialistas califican como un potencial Lehman Brothers chino, similar a la crisis financiera que ocurrió en 2009.
“La falta de liquidez de Evergrande afecta a bancos, inversionistas, empleados, proveedores y al mercado de la vivienda en China, poniendo en riesgo el crecimiento de la economía de ese país”, añadió el especialista.
En el mercado de bonos en dólares, Evergrande representa el 4% de las inmobiliarias chinas de alto rendimiento, según DBS. Cualquier impago desencadenará también ventas en el mercado de crédito de alto rendimiento.
El impacto de un posible colapso se extiende también al mercado laboral, ya que en la empresa trabajan 200 mil personas y cada año genera 3.8 millones de puestos para el desarrollo de proyectos.
Entre ellos destaca la construcción del estadio “Flower City”, en China, que será la casa del equipo Guangzhou Evergrande. Se tiene planeado que este recinto sea el estadio de fútbol más grande del mundo con capacidad para albergar a casi 100 mil personas.
Según Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, en lo que resta de 2021 la empresa deberá pagar cerca de 669 millones de dólares en intereses relacionados a bonos.
Pero para el próximo año el pago proyectado es de 10 mil 85 millones de dólares, de acuerdo con la especialista.
“El efecto de Evergrande se da en un entorno de desarticulación global causada por la pandemia, con las cadenas de suministro afectadas, escasez de productos, inflaciones altas y desgaste de las políticas económicas, particularmente la monetaria”, explicó Siller.
Fuente: El Sol de México.