Se estima que antes de que estallara el conflicto, en España residían 112.000 personas provenientes de Ucrania, según el Instituto Nacional de estadística.
La crisis de Ucrania es un conflicto cercano sobre el que la sociedad en su conjunto está informada y sensibilizada. En momentos de crisis humanitaria, la población suele mostrar solidaridad y buena voluntad para ayudar.
Esta respuesta social hay que valorarla de forma positiva en su intención y multitud de expresiones, aunque debe ser conducida y articulada desde las instituciones públicas para asegurar la debida protección de la población civil -especialmente de la infancia- el correcto uso de los recursos y lograr un mayor impacto de la acción humanitaria.
Las administraciones públicas tienen además algunas responsabilidades indelegables en una situación de estas características. Desde UNICEF quieren responder con este documento a algunas inquietudes y preguntas que les plantean y que plantean en estos momentos.
Cómo ayudar a los niños y niñas de Ucrania
Entre los requisitos de acogida según UNICEF el menor tiene que estar en situación de desamparo confirmada, es decir, privado de protección, atención y cuidado.
A su llegada hay que tener cuenta además de los traumas asociados a la guerra y que han dejado atrás a sus seres queridos que tendrán un fuerte sentimiento de desarraigo y es que los menores ucranianos tendrán que adaptarse a un nuevo entorno, idioma, costumbres y cultura. Por eso UNICEF cree que es necesario que reciban asistencia psicosocial y acompañamiento para una adecuada inserción lingüística, educativa y social.
Además en esta guía la ONG avisa de los riesgos en situaciones de desplazamientos masivos aumentan exponencialmente los riesgos de violencia, trata, explotación y abusos por ello es prioritario que se refuercen los mecanismos de protección a la infancia en todas las etapas del camino.
Fuente:OndaCero