La adicción a redes sociales y al internet, se ha convertido en uno de los principales problemas en la población joven, donde más allá de usarse como una herramienta de utilidad, ha llegado a tener efectos perjudiciales, dado su uso excesivo.
El sindrome FOMO (Fear of Missing Out) por sus siglas en inglés, corresponde a la angustia que algunos usuarios de las redes sociales presentan por temor a no enterarse de informaciones o eventos, al parecer, trascendentales.
Está asociado a la tecnología y las redes sociales, Esto provoca la necesidad de estar siempre conectado y un miedo irracional a la sensación de estar perdiéndose algo.
Muchas personas tienen una relación de amor-odio con las redes sociales, y han abierto cuentas en múltiples plataformas, pero socialmente con estas nuevas generaciones siempre se ha debatido si usarlas les hace bien o mal.
Algunas han decidido que se encuentran mejor sin redes sociales; otras moderan su uso y hallan un punto de equilibrio, y otras más prefieren no abrir cuentas en absoluto o en diferentes casos cerralas permanentemente
Existe un grupo demográfico con mayor énfasis: el de los adolescentes. Estas personas han crecido en la era digital y un gran número de esta generación domina el uso de varias plataformas.
CASO DE SUICIDIO
El uso de redes sociales, por el lado negativo, también ha dejado registros de muerte, tal es el caso de la estadounidense conocida como Dee, quien se suicidó a los 18 años el 11 de febrero del 2021. La joven compartió en sus redes sociales un último video en el que dijo “Sé que estoy irritando a todos, esta es mi última publicación”.
Dee con 1.5 millones de seguidores en Tiktok compartía videos de su vida, en algunos aparecía bailando, en otros con su novio, con su padre y con su madre.
INCITAN AL SUICIDIO
La doctora, Ana María Chávez Hernández, señaló que la influencia de las redes sociales en los jóvenes es tanta, que desde el punto de vista de suicidólogos, comentarios o publicaciones podrían incitar a las personas a suicidarse. En México, este acto se ha convertido en la segunda causa de muerte en mujeres de 15 a 24 años y la tercera causa de muerte en hombres en el mismo rango de edad
En exclusiva para Encorto la psicóloga Eréndira Gutiérrez platicó acerca de los pros y contras dentro del manejo de las redes sociales en los adolescentes.
Mencionó que los adolescentes también utilizan diferentes plataformas de redes sociales como Instagram y Snapchat de una manera positiva, lo que les posibilita conocer más a fondo otras culturas y lugares alrededor del mundo.
Compartió que también funcionan como una herramienta educativa, pues existen cientos, quizás miles, de cuentas de Instagram cuyo enfoque principal es compartir la belleza del mundo puntualizó que ellos aprenden a editar perfiles, cambiar y experimentar con diseños, fondos, fotos de perfil o biografías, lo que canaliza su creatividad e incluso refuerza algunas de sus habilidades tecnológicas y explotan en gran cantidad su creatividad.
Por otra parte, habló de los riesgos de las redes en los adolescentes, pues suelen despertar ansiedad, depresión, incluso sufrir por la influencia de aspirar una vida de fantasía que suelen pintar en las redes.
“Muchos jóvenes sienten ansiedad cuando ven a otras personas influyentes en las redes sociales haciendo cosas que ellos no pueden hacer. También es fácil que los adolescentes se intimiden entre sí en las redes sociales”, destacó.
SALUD MENTAL-EMOCIONAL VULNERABLE
Por otra parte la psicóloga clínica, Lorena Cárdenas, compartió la otra parte en donde se puede encontrar un equilibrio saludable.
Platicó que los adolescentes aún están en un proceso de desarrollo y su salud mental-emocional es más vulnerable; tan sólo un comentario negativo en una foto de Instagram puede provocarles emociones difíciles de sobrellevar.
Puntualizó en el tema, el riesgo que tienen de experimentar ansiedad y depresión como resultado de ello o del miedo a perderse de participar en actividades posiblemente relevantes para ellos, (FOMO en inglés: “Fear of Missing Out”), que surge cuando observan a otras personas haciendo cosas que ellos quisieran hacer pero que no pueden.
“Los adolescentes son extremadamente impresionables y las redes sociales pueden inspirarlos a participar en comportamientos problemáticos”.
Comentó que como en casi todos los demás aspectos de la vida, la clave en éste consiste en encontrar un equilibrio adecuado y comprender cómo podría hacerse.
