La construcción de la Cineteca de Hermosillo ha llevado ya casi nueve años, más de ocho veces el tiempo normal que tardan construcciones de esta naturaleza, argumentan diferentes expertos consultados por este equipo de investigación.
Una revisión a la documentación del proyecto y entrevistas con las autoridades actuales responsables de su construcción indican que la obra tuvo serias deficiencias de planeación en el gobierno de Guillermo Padrés Elías (2009-2015).
Representantes del gobierno actual de Claudia Pavlovich se defienden de la tardanza ubicando la responsabilidad en los errores de planeación del gobierno anterior, pero no demuestran que, una vez corregidos estos errores, hayan sido capaces de terminar la obra que le ha costado al erario más de 80 millones de pesos.
Hasta julio de 2021 ninguna autoridad estatal o federal ha emitido observaciones o sanciones derivadas de la tardanza en la culminación de la obra o con relación al presupuesto que se ha destinado en nueve años.
La administración de Pavlovich ya está arreglando su salida. Sus funcionarios se niegan a dar más explicaciones y todo parece indicar que la construcción inacabada de la Cineteca está a punto de convertirse en una herencia al próximo gobierno de Alfonso Durazo Montaño, quien tomará posesión como gobernador el 13 de septiembre de 2021.
Una obra lenta y costosa
Entre 2012 y 2021 el Gobierno de Sonora, con el apoyo económico de la Federación, ha destinado 80 millones 564 mil pesos -unos 4 millones de dólares- a construir una cineteca en Hermosillo, cuya finalización se ha postergado con los años.
La obra, llamada Centro de las Artes Cinematográficas del Noroeste, comenzó a edificarse en el sexenio de Padrés Elías. El dinero ha provenido del Gobierno de Sonora y de la Federación, que en 2012, 2014 y 2016 hizo aportaciones al Instituto Sonorense de Cultura por un total de 68 millones 892 mil 341 pesos.
Según Mario Welfo Álvarez Beltrán, director del Instituto Sonorense de Cultura, la oficina encargada de la ejecución de la obra, el proyecto original que heredó el gobierno de Pavlovich presentaba una evaluación errónea del subsuelo en el terreno donde se construiría el edificio.
“El primer atraso fue en 2016, derivado de estudios de suelo, cuerpos de roca y agua que se encontraron, ese detalle generó un retraso importante que se está solventando con los estudios que se hicieron”, dijo Álvarez en entrevista.
“Sobre la marcha, ¿qué sucedió? Pasamos por una serie de reajustes al proyecto original. El original tenía estudios de suelo que se fueron modificando, encontramos roca y agua que hicieron que se modificara el proyecto original en tiempo y en recursos”.
Álvarez Beltrán también agregó que el diseño inicial se realizó sin tomar en cuenta las condiciones climáticas de Hermosillo, por lo que se tuvo que cambiar.
“El proyecto original contemplaba muros móviles, fue diseñado por un despacho de arquitectos de la Ciudad de México. El proyecto tuvo ajustes, tuvimos que hacer un muro fijo para el tema del clima, se cambió de 2012 para acá”, apuntó el director.
Para conocer más sobre el diseño original el 17 de mayo del presente año se buscó concretar una entrevista con la empresa que elaboró el proyecto (Taller de Arquitectura Mauricio Rocha) pero hasta la publicación de este reportaje no se obtuvo respuesta.
Álvarez Beltrán afirma también que otras de las razones del retraso fueron el incremento en los precios del acero en 2017 y la tardanza de las negociaciones con el gobierno federal. “Al ser un programa federal, el trámite es más complicado”, comentó.
Tardanza inexplicable
El director del Instituto Sonorense de Cultura evitó referirse a la cantidad de 17 contratistas vinculados a la obra durante su administración. Para los expertos, esa cantidad se antoja excesiva y es un motivo probable de retrasos y dispendio innecesario de recursos.
Para el Ingeniero Civil Russell Federico Corella Grenfell, un edificio de este tipo tardaría en construirse hasta un año cinco meses, siempre y cuando el recurso fuera continuo.
“Una obra de este tipo, si el recurso fuera continuo y estuviera una sola empresa como responsable, duraría entre un año tres meses y hasta un año cinco meses. Yo calculo que eso debió de haber llevado la ejecución”, explicó el propietario de Cogre Construcciones y vicepresidente 2021 del sector salud en la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.
De acuerdo con el Ingeniero Civil, el hecho de que sean 17 empresas involucradas pudo haber fomentado la demora, pues si una no entrega a tiempo las demás se atrasan.
“En este caso el retraso me imagino debe haber estado dentro de la ejecución, a lo mejor tantas empresas al mismo tiempo, por lo regular siempre se retrasan porque en los calendarios de obra hay un orden y si una empresa se adelantó o se atraso por lo general no termina bien cuando hay muchas empresas metidas”, destacó el especialista en construcción.
El arquitecto Rogelio Cota Estévez coincidió en que el hecho de que la construcción tenga nueve años en proceso es lo que fomenta que tenga que seguirse actualizando el proyecto.
“Sí, son muchas empresas, pero no todas relacionadas con el mismo objeto. Hay ciertas relacionadas con la construcción, proyecto, equipamiento, otras que actualizaron proyectos, programas de protección civil. Claro, todas esas actualizaciones no hubieran ocurrido si no se hubiera prolongado tanto el tiempo”, comentó Cota Estévez.
Hasta agosto de 2018 -cuando la obra se detuvo- habían intervenido en ella 16 proveedores y se habían efectuado 182 transferencias bancarias por 69 millones de pesos, de acuerdo con los comprobantes de pago obtenidos mediante solicitudes de acceso a la información pública.
Aunque la Ley de Obras Públicas de Sonora especifica en su artículo 95 que “en caso de detectarse fallas los contratistas quedarán obligados a responder de los defectos, vicios ocultos o cualquier otra responsabilidad en que hubiese incurrido”, la Contraloría del estado no ha emitido sanciones a ninguna de las empresas involucradas.
Según Mario Welfo Álvarez Beltrán, la obra se detuvo en 2018 por falta de presupuesto. “Llegamos a agosto de 2018 con la quinta etapa de construcción concluida y nos faltó la sexta etapa por cuestiones de acabados y equipamiento y fue cuando se detuvo el proyecto por cuestiones de financiamiento”, señaló Álvarez Beltrán,
Para marzo de 2021 que se reanudó la construcción, la suma invertida subió a 80 millones 564 mil 203 pesos, pues se contrató una empresa adicional que actualmente trabaja en la edificación del recinto cultural.
Los gastos se acumulan, pero la obra no concluye
El Centro de las Artes Cinematográficas del Noroeste fue presentado con un presupuesto inicial de 45.5 millones de pesos, como un espacio para fortalecer la labor cinematográfica de cineastas de Sonora, Sinaloa, Baja California Norte y Baja California Sur. El costo actual de la obra rebasa ya los 80 millones de pesos.
El inmueble -ubicado a 200 metros del Palacio de Gobierno- ofrecería una sala de cine para más de cien personas, aulas de clase, áreas especializadas en audio y video, jardines, cafetería y librería.
Además, sólo invertirían en la edificación y el equipamiento, porque el terreno ya pertenecía al Gobierno de Sonora; anteriormente eran oficinas del Instituto Sonorense de la Juventud.
Por acceso a la información pública el Instituto Sonorense de Cultura proporcionó las evidencias de pagos realizados y los conceptos que se facturaron a cada proveedor.
La Secretaría de Cultura entregó el desglose y las fechas de cada una de las aportaciones económicas que recibió el proyecto de la cineteca.
El 11 de diciembre de 12 se firmó el convenio CNCA/DGVC/CCOORD/00537/12 entre el Instituto Sonorense de Cultura y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (hoy Secretaría de Cultura) mediante el cual entregaron 1 millón 200 mil pesos para “Cineteca Sonora Espacio para la promoción, investigación y difusión del cine mundial”.
Ese mismo año (2012) se gastaron 356 mil 10 pesos en el proyecto en etapa conceptual y en la elaboración de un catálogo de conceptos de la barda perimetral.
En 2013 el desembolso fue de 13 millones 363 mil 327 pesos por estimación del servicio de remodelación, instalación e inicio de actividades preliminares de la Cineteca de Sonora, señala el comprobante de pago.
En 2014 el Presupuesto de Egresos de la Federación presentó una ampliación de recursos en materia de cultura para los estados, por lo que Sonora recibió 21 millones 500 mil pesos etiquetados como “proyecto estatal de cultura”, los cuales se destinaron a la cineteca, confirmó el Instituto Sonorense de Cultura en la solicitud de acceso a la información pública con folio 00345221.
Además, el 13 de junio de 2014 el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes a través del Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados (PAICE) entregó 25 millones de pesos para “construcción, remodelación, rehabilitación y equipamiento del Centro de las Artes Cinematográficas del Noroeste”, señala el convenio.
De acuerdo con los comprobantes de pago, en 2014 el Instituto Sonorense de Cultura facturó 6 millones 169 mil pesos como “anticipo del 30% por proyecto ejecutivo del Centro de las Artes Cinematográficas del Noroeste”, detalla el documento.
En septiembre de 2015 finalizó el sexenio de Guillermo Padrés Elías, pero no la cineteca, a la que en ese año se invirtieron 14 millones 188 mil 318 pesos en gastos de construcción, rehabilitación y remodelación.
Tras asumir Claudia Pavlovich Arellano la gubernatura de Sonora el proyecto se retomó en 2016, año en que destinaron 24 millones 813 mil 491 pesos en construcción, electricidad, planos, programa de protección civil, aires acondicionados y supervisores.
En 2016 mediante el acta CNCA/DGVC/CMARC0/00071/12, la Secretaría de Cultura volvió a apoyar la cineteca de Sonora con un total de 11 millones 125 mil pesos por parte del Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados.
En 2017 el gasto fue de 21 millones 278 mil pesos por construcción, reubicación de tableros eléctricos y contratación de inspectores de campo y en 2018, después de erogar 6 millones 419 mil 620 de pesos, la construcción se detuvo por falta de dinero, sostiene el director del Instituto Sonorense de Cultura.
Para 2019 la Secretaría de Hacienda de Sonora aprobó en el presupuesto de egresos una ampliación de recursos para que 2 millones de pesos adicionales se orientaran a la cineteca, pero ese año no registraron gastos, indican los comprobantes de facturación que proporcionó por el Instituto Sonorense de Cultura por transparencia.
Durante 2020 la construcción siguió suspendida y fue en marzo de 2021 que, mediante la licitación pública LPO-926006995-2021, la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano anunció la contratación de una empresa adicional para el proyecto.
Mediante acceso a la información pública el Instituto Sonorense de Cultura confirmó que la última etapa de construcción costará 11 millones 559 mil 466 pesos, que sumados a todos los gastos anteriores da un total de 80 millones 564 mil 203 pesos.
“Efectivamente son 80 millones de pesos, pero ejercidos son 68 millones de pesos, los otros doce millones son recurso estatal que ahorita se está ejerciendo”, recalcó Mario Welfo Álvarez, director del Instituto Sonorense de Cultura.
Planeación pobre, ejecución deficiente
Especialistas en diseño y construcción con experiencia en obra pública en Sonora coinciden en que nueve años de ejecución para un edificio de este tipo es mucho tiempo y que es importante que las construcciones tengan más tiempo de planeación.
“En México no se le da el adecuado tiempo a la planeación y ejecución de proyectos, en Estados Unidos puede tardar hasta un año o más esa etapa y todo está en papeles y puedes modificar”, comentó Rogelio Cota Estévez, presidente del Colegio de Arquitectos de Hermosillo.
El arquitecto opinó que el retraso puede deberse a que no se proyectó correctamente lo que querían edificar. “Definitivamente hubo un problema de planeación. Si no puedes terminar algo por tanto tiempo, es porque algo ocurrió y más si trasciende administraciones”, dijo el arquitecto.
Expectativas de inauguración
Pese a la tardanza en la finalización de la cineteca, Mario Welfo Álvarez Beltrán, director del Instituto Sonorense de Cultura, dijo estar conforme con los resultados de la construcción.
“Al ser un proyecto grande se han tenido que contratar esas empresas, estoy consciente y satisfecho con el trabajo y me hubiera gustado que se terminara en tiempo y forma”, aseguró el funcionario público.
Previo a la publicación de este reportaje se volvió a buscar a Álvarez Beltrán mediante llamadas telefónicas y mensajes de WhatsApp para concretar una segunda entrevista sin obtener respuesta.
De acuerdo con la licitación pública LPO-926006995-2021, correspondiente al contrato de la empresa que actualmente trabaja en la construcción, la expectativa es que la obra se entregue el 12 de septiembre de 2021.
De lo contrario la cineteca será una obra pública heredada a una tercera administración gubernamental, pues un día después, el 13 de septiembre de 2021, tomará protesta Alfonso Durazo Montaño como gobernador de Sonora.
Fuente: LadoB