Con el fin de cuidar el medio ambiente, y a la vez, la economía, las personas recurren a prácticas un tanto ambientalistas que resultan sumamente beneficiosas para sus vidas. En esta ocasión, te compartimos los siguientes consejos para recolectar el agua de lluvia y sacarle provecho.
Si bien parece todo un reto juntar el agua que cae del cielo, hay prácticas y efectivas formas de conseguirlo. Basta con tener a la mano ciertos utensilios que te servirán para ello.
Cubetas
Es una herramienta que muchos tenemos en el hogar y basta con colocarla en el techo de la casa para comenzar el proceso de recolección de agua de lluvia. Entre más cubetas tengas más fácil será llevar a cabo este proceso. Considera que si tienes pocas deberás utilizarlas de inmediato en alguna labor del hogar para vaciar y seguir llenando.
Albercas inflables
Es menos común tener alguna alberca infalible, sin embargo, para quienes tienen una es una gran ventaja. Si notas que el día comienza bastante nublado, de inmediato prepara tu herramienta y colócala en el patio de tu casa para que recoleta el agua de lluvia. Podrás ir utilizando de poco en poco lo recolectado.
Recoléctala directamente
Un consejo extra es colocar los recipientes y utensilio en el techo del hogar, de esta forma caerán directamente. Evita ponerlos en un lugar donde escurra, pues es probable que el agua se contamine.
Estos son algunos consejos para recolectar el agua de lluvia sumamente prácticos y efectivos.
1. Es sustentable
Cuando afirmamos que recolectar agua de lluvia es sustentable, estamos haciendo referencia a que esta es una verdadera solución al problema del desabastecimiento de agua, en la medida en que es capaz de satisfacer los requerimientos o necesidades particulares del hogar en el momento presente, pero que la implementación de este sistema también permanecerá para las generaciones futuras.
Asimismo, lo más importante es que con un sistema para recolectar y almacenar el agua de lluvia se logra satisfacer una necesidad primordial sin comprometer el medio ambiente, la economía, la comunidad o el espacio donde se instala. Los sistemas de recolección pluvial se caracterizan precisamente porque logran alcanzar sus objetivos administrando muy bien estos recursos, respetando la naturaleza.
2. El agua es de gran calidad
El agua de lluvia es de alta calidad físico-química. No tiene residuos de químicos como cloro ni de cal, aunque no se recomienda su consumo directo. Puedes usarla para regar plantas, porque al no tener residuos minerales o cloro es fantástica para su cuidado. También puedes usarla para lavar ropa, y en las actividades de limpieza del hogar y más.
3. Podrás regar plantas en época de sequía
Uno de los efectos más devastadores del calentamiento global es que las temperaturas han aumentado, haciendo que los veranos o épocas de calor y sequía sean más prolongadas y extremas. En muchísimos lugares las temperaturas promedios de estas épocas del año se han visto alteradas, y con ello sufren las plantas y otros seres vivos, que no están acostumbrados a estas condiciones medioambientales tan rudas y terminan muriendo.
4. Tienes un sistema independiente
Es muy difícil y engorroso depender de las veleidades de un sistema de acueductos que no es confiable o, peor aún, tener que contratar camiones cisterna que surtan el área donde vives y estar sujeto a la disponibilidad del servicio además de tener que pagar un montón de dinero.
5. Baja inversión de larga duración
Los sistemas de captación pluvial requieren una inversión inicial bastante discreta, aún si se tienen en cuenta los gastos de instalación, pero está hecho para durar durante varias generaciones pues se elabora con materiales de calidad. Como no tiene elementos electrónicos, su instalación y mantenimiento es bastante sencillo. Además, no consume electricidad ni ningún otro tipo de combustible. Esto es de verdad sostenible, sustentable y amable con el medio ambiente.
6. Reduce inundaciones y erosión
El calentamiento global también ha afectado las temporadas de lluvias, haciendo que las precipitaciones se hagan más frecuentes y densas en momentos menos esperados, lo que causa erosión e inundaciones.
Cuando tienes un sistema de captación pluvial, el agua de lluvia se canaliza hacia un tanque de almacenamiento, en donde podrá mantenerse potable por muchos meses.