En este periodo vacacional, uno de los primeros consejos que se recomienda aplicar es no pedir préstamos si no se tiene la capacidad adquisitiva para solicitarlos. En ese sentido, siempre es conveniente elaborar diagnósticos económicos de las deudas previas y el resto de compromisos financieros con el fin de saber si somos aptos para pedir dinero.
Un punto de relevancia a considerar, es que un préstamo no acapare más del 30% del ingreso económico de cada persona. Y es que si eso llegase a ocurrir, quien pide prestado estaría comprometiendo sus finanzas personales, punto que podría generar un sobreendeudamiento y otro tipo de problemáticas después de las vacaciones.
Otro punto adicional para la Semana Santa, es decir, todas aquellas cosas referentes a eventos o compromisos durante el resto de 2022. Asimismo, si se es soltero y no tienes gastos personales fuertes, pero careces de efectivo, los préstamos personales serían una buena alternativa para solventar unas vacaciones.
Es recomendable elaborar un presupuesto y saber de esa forma cuál es tu capacidad para realizar pagos. En caso de no tener efectivo y requerir un préstamo, el último punto va de la mano con la elección de plazos para pagar la deuda. En esos escenarios, siempre es preferible optar por plazos cortos y no largos. Ya que de no lograr pagar tus vacaciones de Semana Santa en meses, otros periodos vacacionales vendrán y no serás apto para volver a salir sin dañar gravemente tus finanzas.
